Derribando prejuicios sobre las personas autistas en el Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo.
En este 2 de abril de 2024, se celebra el Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo, una fecha importante para entender la diversidad de esta condición y sensibilizar a la sociedad. El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo que afecta cómo las personas perciben el mundo y se relacionan con los demás. Con una variedad de síntomas, el TEA afecta a cada persona de manera distinta.
Antes de avanzar más, por si alguna persona tiene dudas, quisiera aclarar que desde 2013, según la actualización del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), el Síndrome de Asperger se incluye dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA). Esto significa que ya no se considera como algo diferente al autismo, sino como una parte del Espectro Autista (sin ser una subcategoría). Es importante entender esto para tener una visión más completa y precisa del autismo, que incluya a todas las personas en el espectro.
A continuación, me gustaría hablaros de algunos mitos que se suelen decir sobre las personas autistas, con la intención de desestigmatizar y reducir los estereotipos erróneos sobre esta condición, especialmente, en el mundo laboral:
Mito 1: Las personas autistas no podemos adaptarnos a un entorno laboral convencional.
Realidad: Aunque algunas personas autistas pueden requerir ciertas adaptaciones en el trabajo, muchas tenemos la capacidad de adaptarnos perfectamente y prosperar en entornos laborales convencionales. Con el apoyo y la comprensión adecuados de nuestras necesidades individuales, podemos llegar a sobresalir y hacer contribuciones significativas en una variedad de roles y entornos laborales.
Mito 2: La mayoría de las personas autistas no podemos trabajar.
Realidad: Aunque el 85% de las personas autistas se enfrenta a la desocupación, la verdad es que la mayoría de nosotras tenemos habilidades para desempeñar una gran variedad de trabajos. Existe la creencia errónea de que solo podemos realizar tareas simples y repetitivas, o que solo aquellos con TEA y Altas Capacidades pueden asumir roles técnicos complejos. Sin embargo, la realidad es mucho más amplia: Hay muchas personas autistas con diferentes potenciales, habilidades y desafíos que podemos trabajar en todo tipo de posiciones. La principal barrera no radica en nuestras habilidades, sino en la falta de entornos inclusivos y los prejuicios de quienes dudan en contratar a personas como nosotras/os.
Mito 3: Las personas autistas somos incapaces de trabajar en equipo.
Realidad: Aunque algunas personas autistas podemos tener problemas para socializar, eso no quiere decir que no podamos trabajar en equipo. Con el apoyo y entendimiento necesarios, podemos participar de forma útil en proyectos en grupo, aportando nuestro punto de vista único y nuestra habitual peculiar atención al detalle.
Mito 4: Las personas autistas no podemos ser creativas ni imaginativas debido a nuestra condición.
Realidad: El autismo no determina si alguien es creativo o no. Si bien la creatividad puede variar según el perfil de cada persona autista, es común encontrar individuos con una gran imaginación y habilidades creativas. Muchos son talentosos ilustradores, escritores, comunicadores, programadores y en una variedad de campos que requieren creatividad más allá del arte visual.
Mito 5: Todas las personas autistas colapsamos bajo presión en el trabajo.
Realidad: Algunas personas autistas podemos necesitar más ayuda para lidiar con el estrés en el trabajo, pero muchas podemos hacerlo bien con el apoyo adecuado. No es cierto que tener dificultad para manejar el estrés sea algo que caracterice al autismo. Todos, sin importar si somos autistas o no, podemos sentirnos abrumados por el estrés en algún momento.
Mito 6: Las personas autistas no podemos liderar.
Realidad: Con el apoyo adecuado y reconociendo nuestras habilidades individuales, las personas autistas podemos ser buenos líderes. Es importante ver las habilidades de cada persona autista en particular, más allá de las ideas preconcebidas sobre el autismo. Algunas personas autistas pueden tener habilidades de liderazgo muy fuertes, mientras que otras pueden necesitar más práctica y entrenamiento. Dato informativo: La edición de 2024 de Diálogos por la Inclusión, de Eurofirms Foundation, la ha liderado una persona autista.
Contar con un equipo diverso, incluyendo personas autistas, puede ser muy beneficioso para toda empresa. Nuestra manera única de pensar puede traer ideas nuevas y creatividad al equipo. Además, algunos perfiles autistas podemos llegar a ser muy buenos para encontrar soluciones a problemas de formas diferentes. Así pues, a continuación, os mostraré algunos consejos básicos para crear un entorno laboral inclusivo para personas autistas.
Tips básicos generales:
- Fomentar una cultura de aceptación y respeto mutuo: Significa hacer que todas las personas se sientan bienvenidas y valoradas en el equipo. Esto incluye respetar las diferencias entre las personas y trabajar juntas de manera amigable y solidaria. Se trata de crear un lugar donde todas las personas se sientan cómodas y respetadas.
- Ejemplo: Respetar que a una persona le guste trabajar la mayor parte de las horas en solitario, menos cuando sea necesario trabajar en equipo, sin pensar que esa persona es una marginada o no sabe trabajar en grupo.
- Proporcionar ajustes razonables según las necesidades individuales: Se trata de ajustar el entorno laboral para que se adapte a las necesidades específicas de cada persona. Esto puede implicar hacer modificaciones en el espacio físico, ofrecer horarios flexibles, asignar más días de teletrabajo o proporcionar recursos adaptados. Es importante entender que estas adaptaciones laborales no son un trato de favor o un privilegio, sino que son derechos que tienen las personas con discapacidad o con ciertas condiciones para poder trabajar de la mejor manera posible de manera equitativa con el resto de las personas empleadas.
- Ejemplo: Poder acceder a una sala con cierta capacidad de aislamiento, donde se controla la luz y la temperatura de manera independiente a la sala principal de la oficina. Facilitando así, la productividad al disminuir la sensibilidad sensorial provocada por luces, temperatura y ruidos.
- Fomentar la claridad en el lenguaje y distintas vías de comunicación: Significa utilizar un lenguaje claro y directo en el ámbito laboral, evitando el uso de jergas o frases ambiguas que puedan causar confusión. Además, es útil proporcionar métodos alternativos de comunicación para aquellos que puedan tener dificultades con la comunicación verbal: Incluir el uso de correos electrónicos, mensajes de texto, o herramientas de comunicación visual como diagramas o gráficos.
- Ejemplo: En las reuniones de equipo, se le permite a la persona autista poder responder las preguntas por chat.
- Proporcionar acceso a formaciones de sensibilización sobre el autismo a todo el personal: Esto ayuda a crear un ambiente más comprensivo y empático hacia las personas autistas y otras personas neurodivergentes. Este tipo de acciones también ayudarán a generar espacios de confianza para que las personas neurodivergentes puedan manifestarse abiertamente.
- Ejemplo: Invitar a una persona autista en primera persona que hable sobre neurodiversidad y TEA para formar a managers y empleados de todos los rangos.
Es importante que recuerdes que cada persona autista es diferente, así que es bueno ajustar el entorno laboral según lo que necesitemos individualmente. En conclusión, es esencial recordar que, más allá del 2 de abril, la inclusión y la sensibilización sobre el autismo deben ser una práctica constante. Esforcémonos conjuntamente y trabajemos para hacer de la inclusión una prioridad diaria, creando un ambiente donde cualquier individuo, independientemente de su condición, pueda sentirse valorado y empoderado para dar lo mejor de sí mismo y vivir una vida lo más plena posible.
Un artículo de:
Marisa Martínez Cervantes.
Persona autista, Consultora en D&I en Eurofirms Foundation